Crónicas XI Asamblea Federación Inmaculada Concepción

Día 1- Al atardecer del día 13 de mayo, tras varios años sin encuentros presenciales, comenzaron a llegar las prioras de cada comunidad con sus respectivas delegadas a la casa de espiritualidad Centro La Salle, situada a las afueras de Liria (Valencia). El grupo de las 17 hermanas representa a los 6 monasterios en España y a los dos que se encuentran en Chile.

El pequeño grupo organizó su comitiva hacia la recepción de la residencia y nos fuimos saludando con esa mezcla de alegría contenida que suscita el tener la cara mediatizada por la mascarilla. Era evidente el gusto, el gozo de vernos en persona, del calor humano de la presencia que induce al abrazo y el gesto cariñoso, en contraste con esa frontera visual que se interpone entre nuestros rostros. Entre los participantes se encuentra también nuestro Asistente de la Federación, fray José Ramón López de la Osa, que se incorporó al grupo de hermanas con toda solicitud y disponibilidad.

Una vez realizada una breve “expedición” por las diferentes dependencias de la casa y habiendo sido distribuidas las habitaciones, nos unimos para orar Vísperas en el oratorio y compartir un amplio tiempo de silencio. Reposadas las emociones y aquietado el espíritu, las hermanas se dirigieron a la sala de juntas, convocadas por la Priora Federal, sor Teresa de Jesús Gil. En cada uno de los asientos nos encontramos con la gentileza de unos presentes por cortesía de la Priora Federal, así como la carpeta con la explicación del ritmo a seguir en los próximos días. Tras clarificar algunos temas de horario, se procedió a compartir algunas noticias de las comunidades, como la descripción de las actividades realizadas en la comunidad de Daroca a raíz de la celebración de sus 500 años de recorrido histórico, promovidas con gran entusiasmo por el clero diocesano vinculado a la comunidad. 

Como el tiempo de la cena apremiaba, para no alterar los ritmos de la casa de espiritualidad, se detuvo el diálogo y nos dirigimos al amplio comedor, donde seguimos departiendo en grupos más pequeños sobre los itinerarios y experiencias que las comunidades han atravesado a lo largo del paréntesis de la pandemia. Al terminar, algunas se animaron a explorar el entorno de la casa y con grata sorpresa descubrieron al resto de “habitantes” de la residencia: un estanque de gansos que nos miraban sin recelo, un criadero de gallinas y codornices y una pareja de pavos reales que nos impresionaban por el equilibrio con el que se colocaban en una simple barandilla para el reposo nocturno. La clara luna nos ayudaba a visualizar esta esta fauna en medio de nuestra sorpresa.  Posteriormente leímos en unos carteles que la residencia constituye también un proyecto de escuela-granja, lo cual nos explicó tanta variedad de inquilinos por los alrededores. Lo cierto es que el entorno resulta inmejorable: enormes árboles rodean la fachada de la casa, también abundan nervaturas de paseos bien cuidados, salpicados de numerosos bancos, favorecen la calma y el contacto de la naturaleza sin salir del recinto. Al entrar de nuevo para retirarnos al descanso, le preguntamos al portero si tenía que permanecer allí hasta muy tarde y nos dijo que no demasiado, porque en la casa sólo estaba este fin de semana otro grupo de practicantes del yoga y dijo que: “también eran tranquilos”.

En el recibidor del centro hay una frase que versa: “Nos se hace con otros”. Un buen principio para este día primero.