20 de diciembre

 

Oh llave de David
y cetro de la casa de Israel,
que abres y nadie puede cerrar,
cierras y nadie puede abrir,

ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas

y en sombras de muerte.

 

 

Lectura bíblica: Del libro del Apocalipsis (3,7-8)

Al Ángel de la Iglesia de Filadelfia escribe: Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David: si él abre, nadie puede cerrar; si él cierra, nadie puede abrir. Conozco tu conducta: mira que he abierto ante ti una puerta que nadie puede cerrar, porque, aunque tienes poco poder, has guardado mi Palabra y no has renegado de mi nombre.