CÁPSULA: MUNDANO O AUTÉNTICO

Se entiende por mundanidad al tipo de vida donde el individuo vive un vivir frívolo, inauténtico, donde el hombre es absorbido por el mundo, dominado, arrastrado por el afuera y sometido a lo inmediato, lo temporal y lo finito.
Es una propuesta de vida, la mundanidad. Es una cultura de lo efímero, una cultura de la apariencia, del maquillaje, una cultura de “hoy sí, mañana no, mañana sí y hoy no”. Una cultura que no conoce la fidelidad porque cambia según las circunstancias, lo negocia todo. Es una cultura de usar y tirar, según la conveniencia. Es una cultura sin lealtad, no tiene raíces. Pero es una forma de vida, un modo de vivir también de muchos que se llaman cristianos. Son cristianos, pero son mundanos.
Y Jesús insiste en defendernos de esto y reza para que el Padre nos defienda de esta cultura de la mundanidad.
Existe siempre el peligro de esa especie de “burguesía del espíritu y de la vida” que empuja a acomodarse, a buscar una vida cómoda y tranquila… debemos ser como todos, debemos ser más normales, hacer como hacen todos».
El Papa nos exhorta a “no perseguir a Dios en sueños e imágenes de grandeza y poder”, sino a “reconocerlo en la humanidad de Jesús y, en consecuencia, en la de los hermanos y hermanas que encontramos en el camino de la vida.
 
«Señor, que yo sea ese Quien Tú soñaste para mí»