Celebramos el día de la santa abuela, cariñosamente llamada así, por ser la madre de nuestro Padre Santo Domingo: hablamos de Juana de Aza. Ella fue una persona honrada y piadosa, y se sabe que era virtuosa, prudente y compasiva. Fue declarada beata en 1828 y siempre se conservó su fama de santidad en la memoria del pueblo, que le atribuyó distintos milagros.
Unida en matrimonio con Félix de Guzmán y madre de tres niños: Antonio, Domingo y Manés.
En la infancia que conoció Domingo se descubre una práctica de la hospitalidad y la beneficencia hacia los pobres. En ello tuvo especial relevancia el ejemplo de su madre, que contemplaba la angustia de los necesitados y repartió muchas cosas de lo suyo.
En esta familia se comprende la importancia del testimonio en los años de formación de las personas, y no porque la observancia y el estilo de vida fueran al modo militar, sino porque brotaba del propio interior de cada persona. En este hogar, unos y otros se estimulaban a ser fieles al Evangelio, pues en aquella casa se respiraba un ambiente cristiano en tiempos convulsos, cuando la fe cristiana se veía amenazada cotidianamente por las incursiones repentinas de las partidas bereberes. Y así se comprende el celo por la defensa de la fe católica, que también los niños heredaron, creciendo en medio de noticias acerca de esta lucha, pero con un cariz marcadamente pacífico, pues ninguno de los Guzmán-Aza tomó las armas.

Beata Juana de Aza

Madre de Santo Domingo de Guzmán, de la noble familia Aza, conocida por su vida sencilla y de fe, atenta siempre a las necesidades de los demás. Prueba de ello, es el milagro realizado en sus bodegas al faltar el vino para obsequiar al marido y a sus invitados, movida por su caridad a acudir a esta necesidad. Nace en el castillo de Aza hacia la mitad del siglo XII.

Hija de Don García Garcés, Rico-Home, Alférez Mayor de Castilla Mayordomo Mayor, Ayo v Bta. Juana con sus tres hijos (Vidriera – Caleruega)Protector, Tutor y Cuidador del rey de Castilla, y de Doña Sánchez Pérez. Contrae matrimonio con Félix Núñez de Guzmán, de la Casa de Lara hacia 1.160, del que nacen tres hijos: Antonio, Manés o Mamerto y Domingo. Vive esta gran dama de forma sencilla y virtuosa en su Villa de Caleruega. Solícita para el bien a los demás, se entrega al cuidado de su casa, familia y vasallos, llenando a todos de paz y de alegría. Educada en la fe cristiana va sembrando en el corazón de sus hijos principios profundos de Fe y de Vida cristiana, que hace lleguen los tres al Sacerdocio y alcancen la santidad. Es generosa con sus vasallos, que más bien dijérase que eran hijos por tantos y tan reiterados detalles de maternal solicitud. Prueba de ello, es el milagro realizado en sus bodegas al faltar el vino para obsequiar al marido y a sus invitados, movida por su caridad a acudir a esta necesidad.

Su muerte acaeció hacia el año 1.202 y fue enterrada en la Parroquia de San Sebastián de Caleruega. El Papa León XII la declaró Beata el día 1 de octubre de 1.821 y aprueba su culto para toda la Iglesia. Sus restos están hoy depositados en la Iglesia de Peñafiel.

Fuente: https://www.dominicos.org