Nuestro Señor Jesucristo nos dio a María por madre y la puso en alto como reina y señora de todo lo creado y, como ejemplo y modelo para remedio de nuestras debilidades, limitaciones y, por ello vivimos en agradecimiento.

Y si nuestra mirada es luminosa todo estará iluminado; deseemos tener la mirada luminosa para iluminar todo con una caridad fraterna que brota del amor filial a Dios y, es el motivo que hace luminosa nuestra mirada, que ilumina nuestros ojos y nos convierte en lámparas capaces de iluminar el mundo» (cfr. «Diálogos con Santa María» de Damián Iguacen)
Pidamos a santa María que nos ayude a conservar los ojos limpios y nuestra mirada luminosa.
El Evangelio nos dice: «vosotros sois luz del mundo» y la fe es una luz que se enciende en otra luz, como el amor fraterno crece con la caridad fraterna.
Compartimos una selección de textos sobre la Virgen María; por ella, por su Fe, vino la Salvación al mundo. A ella le decimos: Santa María, ruega por nosotros.