La iglesia ha invocado a la Virgen María “con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora” ya que su función maternal perdura sin cesar en la economía de la gracia y “con su múltiple intercesión continúa obteniendo los dones de la salvación eterna”. (LG 62).

Como afirma el Maestro de la Orden Fray Humberto de Romans: “La Virgen María fue una grande ayuda para la fundación de la Orden y se espera que la lleve a buen fin”. (Opera, II, 70-71). Por ello la Orden de Predicadores reconoce desde sus inicios la protección de la Virgen y “no duda en confesarla, la experimenta continuamente y la recomienda a todos -frailes, hermanas y seglares- para que apoyados en su protección maternal se unan con mayor intimidad al Mediador y Salvador” (LG 62) para llevar a cabo la difícil misión de la salvación de los hombres

La celebración del patrocinio de María en la Orden de Predicadores se celebró en la liturgia en coincidencia con el aniversario de la bula de la fundación de la Orden el 22 de diciembre de 1216, pero ante la debida preferencia de las ferias de Adviento inmediatas a Navidad, se propone su celebración en día 8 del mes de mayo -dedicado a la veneración especial de María- pues también en este día otros calendarios litúrgicos propios la celebran con diversos títulos de María.

A ti Madre nos acercamos con confianza.

En ti se ha hecho carne la Palabra

que contemplamos y que alabamos,

que predicamos y por la que vivimos.

Bajo tu manto nos refugiamos como Familia

y pedimos tu intercesión cada día.

Ayúdanos a ser testigos, ante los hombres,

de la verdad que nos hace libres

y del amor que nos reúne.

Te pedimos, Madre y protectora nuestra,

que alientes a la Familia Dominicana,

a mantener vivo el espíritu de Santo Domingo,

en medio del tiempo que nos toca vivir.

Haz que ésta tu Familia, crezca cada día;

aumenta nuestra fe y danos fortaleza

para renovar nuestra consagración

al servicio de la Palabra, Jesús el Señor.

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