Queridas hermanas, he estado pensando si escribía o no otra crónica, pues mañana después de comer se acaba la Asamblea, cada cual regresamos a nuestros respectivos monasterios y contaremos todo lo contable, claro está, de esta Asamblea intermedia.
Bueno al final he pensado que por lo menos para hacer honor del encargo recibido pues voy a contar algo de lo vivido en este segundo día de encuentro.
Abrimos la mañana con la celebración de Laudes y Eucaristía, donde el evangelio nos invitaba a vivir en el amor como la novedad mas coherente y principal de nuestra vocación como seguidoras de Jesús ya que el amor es como la flecha que nos dirige directamente al corazón de la humanidad y nos hace partícipes de la victoria de Cristo sobre la muerte. El amor es el testamento del Padre a través del Hijo que solo tiene una única clausula para poder ser herederos universales: amar como Él nos ha amado y dar la vida. Con este sentido profundo en el corazón, aprovechando que teníamos un buen rato desde el desayuno hasta la plenaria, pues nos fuimos a la sala de televisión para ver la misa del inicio del pontificado del Papa León XIV. Solo alcanzamos a ver hasta la lectura del evangelio en latín y griego.
Un dato que ayer me olvidé de contar: cuando visitamos el museo de la Virgen de los Desamparados, nos mostró el rector, la imagen Peregrina, la que recorre las calles de Valencia y recoge el clamor “dels valencians que la veneran com a Mare”. Hay un acto muy entrañable que se celebra unas semanas después de su fiesta, es el ya tradicional “besamanos”, los fieles que lo desean se acercan a esta imagen Peregrina de la Virgen que está expuesta en la basílica y le besan la mano, como signo de afecto, devoción y veneración.
Nosotras tuvimos el privilegio de besar la mano de la Virgen en privado, algunas monjas estaban impresionadas porque de verdad que, aunque sea una imagen encierra en si misma la expresión de esa Mujer de fe que Jesús nos dejó en la cruz como Madre.
Compartido ese dato que ayer se me pasó, me centro ya la jornada de hoy. A las 11 comenzamos la reunión, la razón de comenzar a esa hora es porque llevamos 6 horas de diferencia con Chile y para ellas ya supone un buen madrugón, las 11 de aquí son las 5 de la mañana de allá. Ayer en la tarde nos quedamos compartiendo los informes que cada priora presentaba a la asamblea, le tocó el turno a Santo Domingo, con un espíritu optimista pero muy real sor Inmaculada nos presentó la situación tan frágil que tienen, por la avanzada edad de las monjas, aunque son un grupo numeroso ya no pueden hacer frente a muchas realidades comunitarias, así que, si alguna quiere ser tornera, procuradora, ropera, etc.…allí encontrará un buen campo de acción.

La comunidad de Xàtiva que fue la última en intervenir, nos compartió a través de su priora, sor Aurea que dentro de los limites que tienen por la edad y enfermedad de la gran mayoría de las monjas, han logrado adaptar lo esencial de nuestra vida a la realidad que tienen para que, dentro de lo posible puedan vivir con una integración comunitaria todas las monjas.
La verdad es que el deseo de vivir el carisma y la fidelidad al Señor y a la Iglesia está vivo, en cada uno de los monasterios y eso es un dato muy muy positivo, el futuro está en manos de Dios y la vida nos irá mostrando el camino, que siempre será un camino de fe, pero iluminado por la luz del Amor de Dios que nunca nos dejará de su mano.
La mañana fue un poco densa pues todavía quedaban por ver una serie de preguntas a los acuerdos o temas tratados en la asamblea del 2022…algunos más fáciles y otros un poco mas complejos o complicados….y cuando ya se adentra la mañana y pasamos el meridiano de las 12 am, los estómagos comienzan a rugir, los parpados a descender y las neuronas a enredarse, gracias a que todo tiene solución, fuimos superando estos pequeños contratiempos con los restos de pastas que quedaron del día anterior, pues como hoy es festivo no repusieron nada, porque no vino el personal de servicio, solo la cocinera… ni café, ni nada, pero bueno todo volvió a la normalidad y con un poco de agua y algún refresco de nuevo a trabajar.
Adelantamos bastante con las preguntas. Hay que decir que somos muy empáticas en las respuestas, aunque nos falta un poco de “concisión en las intervenciones”, es decir que como buenas mujeres que somos viajamos hasta el infinito, pero gracias a Dios todavía no contamos batallitas, y eso es un logro neuronal importante.
La tarde nos cundió menos porque los temas quizá fueron más controvertidos, pero todo conversado con sinceridad, respeto y deseo de buscar lo mejor. Así que ya solo nos queda mañana en la mañana para terminar y a casa.