La Federación de la Inmaculada ha estado reunida en Asamblea Federal intermedia del 16 al 19 de mayo; durante tres días, hermanas procedentes de distintas comunidades, tanto presencialmente como vía online se han reunido en la casa de los hermanos de La Salle (Lliria) para celebrar esta Asamblea, la primera en nuestra historia como Federación.

Ha tenido lugar en Lliria (Valencia) con la participación de Madre Federal, sor Mª Teresa Vilanova González y su Consejo, con hermanas de nuestros monasterios en España y, a través de videoconferencia con nuestras hermanas de Chile, Copiapó y Yerbas Buenas (Linares), y la presencia de  nuestro Asistente Religioso Fray José Ramón López de la Osa González , OP.

El encuentro comenzó con una cálida acogida en el monasterio de Paterna, seguida de una merienda fraterna y el traslado a la sede del encuentro. Las jornadas combinaron momentos de oración, reflexión y convivencia, destacando la charla del P. José Ramón, quien animó a una lectura espiritual de los signos de los tiempos y a una renovación esperanzada de las estructuras comunitarias.

Uno de los momentos más significativos fue la visita a la Catedral de Valencia, donde se celebró la Eucaristía en la Capilla del Santo Cáliz, y la Basílica de la Virgen de los Desamparados, donde se vivieron instantes de especial devoción, incluyendo la visita al camarín de la Virgen y su museo, normalmente cerrado al público.

Las prioras presentaron informes detallados sobre la situación de sus comunidades, mostrando realismo y esperanza a pesar de los desafíos de edad y número. El diálogo fue rico y respetuoso, con el deseo común de buscar caminos de fidelidad creativa al carisma.

Aunque los horarios y temas tratados exigieron esfuerzo y atención, no faltaron los gestos de humor, la alegría compartida y algún momento de distensión, como la visita a la granja-escuela. 

El encuentro ha transcurrido con el corazón agradecido y el alma fortalecida. Han sido días intensos de escucha, reflexión, fraternidad y oración. Las hermanas se han vuelto a sus monasterios sabiendo que no estamos solas, que hay un camino que seguimos recorriendo juntas, y que en medio de nuestras fragilidades florece la fidelidad. 

Todas sabemos que lo compartido nos impulsa a seguir viviendo con alegría y confianza la belleza de nuestra vocación contemplativa. Que el Espíritu, que ha soplado en medio de nosotras, siga guiando nuestros pasos hacia la comunión y la esperanza. 

La Asamblea concluyó con un sentimiento de comunión profunda y confianza en que, incluso en la fragilidad, el Señor sigue obrando y acompañando cada paso.

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