Las reliquias de la beata Josefina Sauleda Paulís OP, (1885-1936) fueron trasladados a la iglesia del Monasterio de Sant Domènec de Guzmán, de las dominicas de Sant Cugat, (Barcelona), el pasado lunes 1 de diciembre a las 5 de la tarde.

Anteriormente la beata Josefina estaba enterrada en su Monasterio de Montsió, en Esplugues de Llobregat. Al suprimirse el monasterio de Montsió las hermanas se trasladaron a Manresa y a Sant Cugat, ahora se ha creído oportuno y adecuado que las reliquias de la beata reposen en medio de una comunidad dominica.

En esta celebración acompañaron a la comunidad de Sant Cugat, la Madre Federal, hermanas y hermanos de la Familia Dominicana, fieles devotos y miembros de la familia Sauleda, algunos de Sant Pol de Mar, lugar dondenació “Ventureta”, (más tarde en la vida religiosa, Sor Josefina).

La traslación se realizó al finalizar la Eucaristía que presidió Mons. Salvador Cristau, obispo de Terrassa, y estuvo acompañado por Mons. Xabier Gómez OP, obispo de Sant Feliu de Llobregat, donde se encontraba el extinto monasterio. El obispo Salvador reflexionó en su homilía sobre el sentido del testimonio cristiano como entrega a los demás, a veces de forma martirial como ocurrió con la beata Josefina Sauleda.

Mons. Xabier, OP, resaltó al final de la Eucaristía, que la biografía de cada persona está tejida con hilos de misericordia, por ello el final de cada ser humano es la luz de la Resurrección. La beata Josefina, monja dominica, no solo pertenece a la Orden de Predicadores, sino a la Iglesia universal, los santos son patrimonio de toda la Humanidad. También pidió y nos invitó a suplicar al Dueño de la mies, nuevas vocaciones que alegren la tierra catalana y el mundo entero. Después, con mucha emoción, se entonó el “Virolai”, mirando a la imagen de Nuestra Señora de los Ángeles, que durante tantos siglos ha acompañado a las monjas en sus plegarias. 

Al finalizar la celebración, todos los asistentes pudieron acercarse a venerar la tumba de la beata, que ahora está en la diócesis de Terrassa y es lugar de peregrinación, donde podemos encontrarnos con Dios a los pies de una testigo de la fe, que murió por amor a Jesucristo y perdonando a los que segaron su vida terrena.

Fotos: https://www.bisbatdeterrassa.org/

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