Día 5- Cada uno de estos días de Asamblea nos ha despertado el canto del gallo al amanecer. Todas celebramos tener tan genuino despertador y lo que no hace mucho tiempo, era lo más natural del mundo, hoy en día se convierte en algo extraordinario. A lo largo de todo el día, los trinos de los pájaros entran por las ventanas abiertas, al igual que el intermitente sonido del cuco y el extraño graznido de los pavos reales o de los gansos del estanque. Todo ese conjunto constituyó como una música de fondo durante nuestra estancia en esta escuela-granja La Salle.

Al igual que en los días precedentes, después de la oración común matutina y el desayuno compartido, en el cual, departimos sobre estos sencillos detalles con humor contagioso; las participantes de la Asamblea se reunieron en la sala de juntas para abordar las temáticas pendientes y concluir las propuestas de reflexión. En continuidad con el ambiente cuajado en los días anteriores, se expusieron los diversos puntos de vista y se concluyó la tarea justo para el receso del mediodía. 

A última hora de la mañana, la Priora Federal nos convocó para asistir a una video-llamada con fray Jesús Sariego OP, Provincial de Hispania, con el fin de saludar a  la recién estrenada Priora Federal, sor Teresa Vilanova, y a todas las participantes en la Asamblea. Fue un breve, pero significativo encuentro virtual, en el cual ambos representantes, de los frailes de la Provincia y las monjas de la Federación, manifestaron el mutuo deseo de colaboración y apoyo para el crecimiento de la Orden.

Al entrar en la sala de juntas, sobre la mesa se encontraban numerosos mensajes de distintas entidades de la Orden, de la diócesis y también de particulares, uniéndose a la alegría por la elección de sor Teresa Vilanova y expresando su adhesión al caminar de la Federación. También, a lo largo de estos días hemos recibido sutiles detalles por parte de la Federación, al inicio de la Asamblea y de las comunidades, que con todo cariño, se hacían cercanas a las participantes. Detalles que nos recuerdan que “todos somos una casa construida sobre una ternura concreta”.

Durante la tarde, se celebró el primer Consejo Federal y el resto de las hermanas disfrutaron de un paréntesis para compartir sus impresiones, realizar algunas tareas de documentación, adensar todo lo vivido o, sencillamente, descansar al amparo de este entorno tan hermoso y envuelto en la quietud.

Tras el rezo de vísperas y al término de la cena, la Priora Federal nos anunció que tendríamos un rato de distensión en la sala de juntas. Una vez allí nos informó que, fruto del primer Consejo Federal, se habían nombrado otros dos servicios federales:  secretaria y ecónoma. Para desempeñar el primero se eligió a sor Mercedes Company, de la comunidad de Santa Catalina de Paterna. Para realizar el segundo, se nombró a sor Begoña Cartagena, de la comunidad de Orihuela. Por lo tanto, la rueda del nuevo equipo federal inicia su dinamismo, al abrigo de la oración de todas las hermanas.

En el comentario a la Palabra de la eucaristía se nos indicaba que la paz es la convicción del resucitado, de entrar en un modelo de vida diferente, algo más que la ausencia de violencia. La paz requiere la superación de nuestros miedos, de la imagen religiosa donde intentamos contener la experiencia de Dios. Los desafíos que presenta la asunción de esta etapa federal han de descansarse en esta paz, en ese equilibrio arduo entre la responsabilidad y la confianza, en ese equilibrio admirable que permite dormir al pavo real sobre una baranda cada noche, balanceando su peso en el escaso apoyo de sus dos patas flexionadas. “Uno quisiera no tener que asumir el riesgo que implica estar vivo, ver el camino despejado y no tener que enfrentarse a la sorpresa. El riesgo es la garantía de nuestra libertad. Somos libres porque tenemos miedo. Tenemos miedo porque sabemos que no todo depende de nosotros.”