El día 29 de octubre se cumplieron 100 años del nacimiento de sor María Lourdes, una distancia poco significativa si consideramos que los santos nos acompañan desde el mismo corazón de Dios y ellos nos alientan en el día a día para recordarnos que el camino se puede recorrer y que la meta vale la pena si en ello implicamos la vida, por eso la santidad forma parte de nuestra esencia cristiana Esa nube ingente de espectadores están ahí y nos ayudan a ser felices desde la única dirección posible: por  Cristo, con Cristo  y en Cristo buscando en la humildad , como lo hizo sor María Lurdes la mirada de Dios. La santidad de sor María Lourdes tuvo como sello el amor, que ella desplegó con una fe inquebrantable, desde el silencio de su oración y que le hizo esperar en Aquel que es el dueño de la vida y al que anheló, deseó y buscó siempre

Como nos dice el Papa Francisco en la exhortación apostólica “Gaudete et exultate” :  Los santos que ya han llegado a la presencia de Dios mantienen con nosotros lazos de amor y comunión. Lo atestigua el libro del Apocalipsis cuando habla de los mártires que interceden: «Vi debajo del altar las almas de los degollados por causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantenían. Y gritaban con voz potente: “¿Hasta cuándo, Dueño santo y veraz, vas a estar sin hacer justicia?”» (6,9-10). Podemos decir que «estamos rodeados, guiados y conducidos por los amigos de Dios […] No tengo que llevar yo solo lo que, en realidad, nunca podría soportar yo solo. La muchedumbre de los santos de Dios me protege, me sostiene y me conduce» 

La comunidad de san Domenec, en San Cugat del Vallés, en cuya capilla se encuentran las reliquias de nuestra hermana sor María Lourdes, ha preparado este significativo video que compartimos en esta página.