500 AÑOS DE TERNURA Y CONSOLACIÓN

Dios mediante  y para mayor gloria suya;  también, con sumo agradecimiento, celebramos, como un año jubilar, el 500 aniversario de la fundación de este monasterio de NTRA. SRA. DE LA CONSOLACIÓN, del 31 de marzo de este   2019 al 31 de marzo del 2020.

Cuenta la tradición, que sobre el Portal de Valencia se erguía le Ermita de los Ángeles, en la que se veneraba un hermoso cuadro de la Virgen María, de un pintor desconocido. A Ella acudían enfermos, y todos los que sufrían cualquier dolencia, material o espiritual, implorando remedio a sus males y todos quedaban aliviados y consolados

Nuestra historia comienza, cuando esta ciudad de Xátiva hizo donación de la Ermita de los Ángeles y territorio adyacente a  la Orden Dominicana, lo que aceptó Fr. Luis Castelloli, prior entonces del Convento de Predicadores, de esta ciudad, el 25 de octubre del año 1518. Y en el año 1520, día último  de marzo, tomaron posesión de la Ermita las religiosas fundadoras  que vinieron  del Convento de Ntra. Sra. de Los Ángeles, de la ciudad de Barcelona. Y fue providente  que vinieran de dicho convento habiendo  otros de igual virtud y religiosidad más cerca, para que María Santísima, en esta imagen, fuese perenemente  alabada de los ángeles de la tierra, que son las vírgenes consagradas a Dios, ya que tantas veces se oyó ser sensiblemente aplaudida por los ángeles del Cielo.

Lo  mismo  fue  fundar se este  Monasterio  bajo  el  título   de  NTRA. SRA. DE LA CONSOLACIÓN que aumentar la devoción a Santísima María de manera extraordinaria. Acudían de todas partes  buscando remedio  saludable,  ya sea para  su cuerpo  o su espíritu, quedando  maravillosamente aliviados de sus males y dolencias y tiernamente consolados. Todos los que acudían a Ella quedaban  sanados por la Imagen de Consolación.

Y Sobre todo  sus hijas, las monjas de este Convento, que, no han cesado de alabarla y venerarla  en todo momento, se sienten protegidas y consoladas con ternura exquisita por tan dulce Madre. De ellas, se valieron los superiores para plantar en otros conventos la regular observancia, saliendo para fundar los conventos de religiosas en las ciudades de Daroca y Alfaro.

El CONSUELO DE LA MADRE a sus hijas, llegó al extremo, en las grandes aflicciones que padecieron durante el tiempo de la Guerra de Sucesión , desde el5 de abril de 1705 hasta el 21de febrero del año 1716 al tener que vivir fuera del convento buscando alivio y sitio para cobijarse.

Y más tarde, en el año 1748,  su CONSUELO  fue mayor, si cabe, cuando ocurrieron los  grandes  terremotos  que  hicieron   estragos  en  las  cercanías  de  la  ciudad  y repercutieron en ella, al poder  permanecer  en el convento  a pesar de haber  sido bastante dañado el edificio.

Y más aún, dos siglos después, en el mes de mayo de 1931, cuando   los innumerables sucesos que  llenaron a España de luto  y aflicción, las religiosas tuvieron que abandonar el convento, regresando un mes después, el día del Sagrado Corazón de Jesús, para vivir entre  zozobras e incertidumbres cinco años, hasta que en junio  del 35 se desencadenó la  más  terrible  persecución religiosa  en  España. Las religiosas,  perseguidas unas  y encarceladas otras, dirigían constantemente sus miradas y su corazón a la Madre de Dios pidiéndole su consuelo y poderosa  intercesión en su terrible desamparo. Hasta que, el primero de abril de 1939, sconsumó la Liberación de España, que durante tres años de inauditas amarguras la tuvo  sojuzgada.

Las religiosas  regresaron al convento, sumamente destrozado, y, también, el cuadro de  LA VIRGEN NTRA. SRA. DE LA CONSOLACIÓN salvado  milagrosamente. Y  desde entonces, estos años de paz y tranquilidad, hemos  intentado  que sean de adoración y agradecimiento a Dios, por  seguir reunidas. bajo la protección de tan hermosa  y buena Madre.  Ella, con su Hijo  en brazos  nos  lo muestra  continuamente diciéndonos  que, JESÚS, es nuestro GRAN CONSOLADOR, porque es EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, el que nos conduce  al Padre y nos va uniendo a EL.

Al Conmemorar este acontecimiento, 500 años después, sus hijas, queremos ser para NUESTRA MADRE, LA VIRGEN DE CONSOLACIÓN, y  para JESÚS, nuestro HERMANO y GRAN CONSOLADOR, una  alabanza  constante, fiel  y  agradecida,    bendiciendo fervorosamente a DIOS, nuestro  Sumo Bien y creador de todo, y   predicando  y proclamando en  todo momento su Palabra  Evangélica  hasta  construir SU REINADO UNIVERSAL  DE JUSTICIA DE PAZ Y DE AMOR.