Terminada ya hace días la Décima Asamblea Federal, agradecemos todas las cartas que se han recibido acompañando estas jornadas de reflexión sobre tantos temas importantes de nuestra vida consagrada. Podemos decir que el encuentro ha fortalecido nuestra unión, ha dado ánimo a nuestro corazón, ha fortalecido nuestros pies y es que sabemos que ¡NOS CONVOCÓ EL SEÑOR!