El día 21 de mayo se celebró un encuentro de diálogo y oración en el Monasterio de la Inmaculada de Monjas dominicas organizado por Confer Coval. Asistieron religiosos y religiosas de vida apostólica. En un coloquio fraterno nos compartieron su misión en el campo de la sanidad, la enseñanza, la ayuda a las parroquias, la atención social a los más desfavorecidos, a las familias y niños, ellos saben que a todos les acompaña nuestra oración.
En medio de la sencillez y cordialidad del encuentro se hizo patente la belleza de la vida religiosa en la diversidad de tareas que realizamos en la Iglesia, en todos los lugares del mundo, desde las periferias hasta los centros del pensamiento e investigación. Nos contaron algunos acontecimientos de la iglesia diocesana, motivos para dar gracias al Señor y también para orar por las dificultades que encuentra la evangelización.
Después de una buena merienda cantamos vísperas, el padre Martín Gelabert, op. vicario episcopal, nos dirigió unas palabras recordando la lectura de los Hechos de los Apóstoles, proclamada en la Eucaristía de ese domingo: “… ante los signos que sucedían al escuchar la palabra de Dios… la ciudad se llenó de alegría”. Esa alegría nos pertenece y no podemos dejarla pasar en nuestra vida.
Nos costaba despedirnos, al decir adiós cada uno llevaba la experiencia de nuestra comunión, ¡esto tiene que repetirse! nos decían.
¡Gracias por venir, hermanos! Gracias al Señor que nos ha llamado para estar con Él y para dar testimonio de que está con nosotros, y para que muchos puedan enterarse y vivir el gozo de sentirse amados por Dios.